Efectos Secundarios. Todo lo que necesitas saber antes de empezar.
El aceite de CBD ofrece múltiples beneficios, pero al igual que con cualquier suplemento natural, es importante conocer cómo puede afectar a tu organismo.
Si estás pensando en incorporar el CBD a tu estilo de vida, aquí te explicamos los posibles efectos secundarios y cómo manejarlos para aprovechar al máximo todas las propiedades del aceite de CBD.
Sequedad bucal: un efecto común del CBD
Uno de los efectos secundarios más frecuentes del CBD es la sequedad bucal. La buena noticia es que este efecto es temporal y fácil de controlar simplemente bebiendo más agua o líquidos naturales como zumos.
Cansancio o fatiga
Aunque no es habitual, algunas personas pueden sentir somnolencia o cansancio después de usar aceite de CBD. Si es tu caso, prueba a reducir la dosis o elige un producto con menor concentración. Es recomendable comenzar con dosis pequeñas y aumentarlas gradualmente hasta encontrar el equilibrio perfecto para ti.
Cambios en el apetito
El aceite de CBD puede influir tanto en el aumento como en la reducción del apetito. Si notas variaciones no deseadas en tus hábitos alimenticios, ajusta la cantidad de CBD que consumes hasta que encuentres lo que mejor se adapta a tu estilo de vida.
Descenso leve de la presión arterial
Algunas personas pueden experimentar una leve bajada en la tensión arterial tras consumir aceite de CBD. Si tienes antecedentes médicos relacionados con la presión arterial, lo ideal es consultar con tu médico antes de iniciar cualquier suplementación con CBD.
Malestar estomacal o diarrea
La diarrea o la irritación de estómago puede ser un efecto secundario del uso del CBD, pero normalmente no se debe al CBD en sí mismo, sino al tipo de aceite portador utilizado (como el aceite de oliva o de semillas de cáñamo). Si experimentas este efecto, prueba con una dosis más baja o cambia de tipo de aceite portador hasta encontrar el que mejor toleres.
Mareos o somnolencia
Las dosis altas de aceite de CBD, pueden provocar mareos o somnolencia en algunas personas. Siempre recomendamos comenzar con productos de concentración baja e ir aumentando de manera progresiva durante un par de semanas, hasta encontrar tu el punto de equilibrio ideal para cada persona.
Escucha a tu organismo, empieza con dosis bajas y elige siempre productos de calidad para asegurar la mejor experiencia posible.
